8 de septiembre, 21:30
Hola, vengo de parte
del Capitán Ibáñez, ¿me puede dar mi uniforme y equipo?
-Por supuesto.
Se me da un uniforme
de campaña, unas botas, un rifle H&K y una pistola Glock.
Entro en una tienda
y me cambio, cojo una mochila de viaje y meto mis pertenencias. Al
salir veo al Capitán Ibáñez hablando con otros 3 soldados de alto
rango. Viene un soldado, al parecer su rango era Sargento y me dice:
-Hola, ¿el señor
Corbalán?-dice el Sargento-.
-Sí, soy yo –digo,
algo dubitativo-.
-Soy el Sargento
Pérez, al mando de la Compañía Víctor-anuncia el curtido hombre-
debe unirse al resto de la compañía, para organizarse. En breves
tendrán ordenes.
-Pero, a ver, señor,
esto… ¿Somos soldados? –digo, algo extrañado-.
-El gobierno ha
decretado la Ley Marcial, todos los ciudadanos sois tratados como
militares-responde el Sargento- Vamos a evacuar a toda la población
a buques, es muy peligroso que sigan en sus casas.
-Señor Jiménez,
explíqueme que... -digo con voz sin confianza-.
-Para usted
sargento, soldado-me responde con presteza-.
-¿Que esta pasando
aquí?- le respondo firmemente-.
-No se lo puedo
decir, y por favor prepárese, no tenemos tiempo.
Salgo de la tienda y
veo 3 helicópteros Súper Puma iniciando el descenso a unos 300
metros. Me visto junto a otros dos chicos de edad similar a la mía,
cuando suena una sirena , termino de vestirme y salgo
apresuradamente y se escucha en los altavoces:
-¡Zafarrancho de
combate, ya están aquí, defended las posiciones!
De repente siento un
golpe en mi hombro y un soldado pasa a mi lado corriendo, se para y
se gira. Era el Sargento Jiménez.
-¡Vamos chico! ¡Al
punto A, lo tenemos que defender a toda costa, hay que ganar tiempo
para evacuar a los civiles!
Salgo corriendo tras
el sargento Jiménez y dos soldados más. Cuando llegamos al punto A,
vemos un gran despliegue, al rededor de 120 soldados y unos 20
policías, apostados en terrazas, en lo alto de camiones, detrás de
vehículos que hacen de barricadas, tres IVECO Lince con
ametralladoras, y un BMR.
Se acerca un
Brigada, y le dice a mi Sargento:
-Sargento, usted
defienda la retaguardia de este punto con su grupo, tiene a 5
policías de apoyo, aguanten la línea todo el tiempo que puedan,
buena suerte-le ordena, y rápidamente se marcha-.
-A sus ordenes mi
brigada -le responde, en posición de cuadre-.
-Chicos, ya habéis
oído al jefe, aguantemos esta línea el mayor tiempo posible, si
vemos las cosas difíciles, nos replegamos ordenadamente, buena
suerte.
-Francotiradores,
¡fuego a discreción, a la cabeza!- grita el brigada-.
Y se escuchan tiros
intermitentes de rifle, como si fuesen truenos, cayendo uno tras el
otro, pero sin poder ver donde disparan.
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